domingo, 28 de marzo de 2010

Respetando la naturaleza en tus vacaciones



El turismo no puede hablar de desarrollo sostenible mientras sólo responda a las necesidades de los turistas y no tenga en cuenta las repercusiones locales ni medioambientales.

El turismo es uno de los sectores más importantes de la economía en nuestro país. Pero su creciente desarrollo supone una amenaza para el medio ambiente. La presión ejercida por el turismo sobre los recursos naturales ocasiona la ocupación del territorio, especialmente en las costas; el incremento en el consumo de agua y de energía; contaminación; generación de residuos; cambio en los modelos de vida tradicionales; creación de infraestructura y movilidad; la sobreexplotación y pérdida de los recursos naturales, y la degradación del paisaje, entre otros.

Por lo que es importante que ahora que se acerca semana santa y muchos de nosotros buscamos destinos para vacacionar, hay que hacerlo pensando en tener unas “Vacaciones Sostenibles” es decir: fomentar un nuevo tipo de vacaciones donde el respeto a la naturaleza, a la cultura local y la justicia social jueguen un papel central. El turismo de masas convencional de “sol y playa” genera impactos sociales, culturales y económicos considerables. Es una triste realidad la falta de respeto a las culturas autóctonas, convirtiendo en ocasiones a los habitantes en un zoológico humano mientras los ingresos generados por la actividad turística van a parar muchas veces a las élites nacionales o internacionales derramando escasas dádivas a las personas que más lo necesitan. Además de insostenible, estamos enfrente de un desarrollo totalmente desigual e injusto.

Planea tus vacaciones tomando en cuenta las siguientes recomendaciones:

Ø Al planificar su viaje, elija aquellos proveedores que le ofrezcan garantías de calidad de respeto a los derechos humanos y al medio ambiente.

Ø Utilice los recursos naturales, como el agua y la energía, con moderación. Recuerde que son bienes escasos.

Ø Trate de minimizar la generación de residuos. Son una fuente de contaminación.

Ø Cuando tenga que deshacerse de un residuo, hágalo de la manera más limpia que le facilite su lugar de destino.

Ø En un espacio natural procure que la única huella que deje atrás sea la de su calzado.

Ø Si visita ecosistemas sensibles, como arrecifes de coral o selvas, infórmese de cómo hacerlo para causar el menor impacto posible y no degradarlos.

Ø Al comprar regalos y recuerdos busque productos que sean expresión de la cultura local. Favorecerá la economía de los pueblos que le acogen y la diversidad cultural.

Ø No adquiera flora y fauna protegidas, ni productos derivados de dichas especies. Es un delito y contribuye a su extinción.

Ø En su destino disfrute conociendo la cultura, costumbres, gastronomía y tradiciones de las poblaciones locales. Respételas y acérquese a ellas, tienen mucho que contarle.

Siguiendo estas recomendaciones lograras conservar la riqueza biológica de la Tierra y a mejorar las oportunidades de desarrollo de muchas personas.


Por. Ing. Ambiental Valeria Vega Vela. Los Amigos.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Preámbulo a ¿México?



Sobre la plancha del Zócalo de la Ciudad de México se encuentra ahora una estructura "temporal" que imita un "Templo Mayor", de materiales más ligeros, pero que por medio de la obra artística del mexicano Willy Souza (y TODO lo demás que hacen de esta muestra masiva un "evento" bastante impecable) transportan al que se interne en las penumbras de esta pirámide de acero y páneles de madera, a un México que brilla por sus Mexicanos. Las condiciones están dadas para que suceda la ceremonia: homenaje, tributo, alabanza, dirigidos por el omnisciente maestro de obras digital, el individuo entra como masa humana, lo dionisiaco se impone, una catarsis, nos fundimos en "el otro". Yo soy tú, tú eres yo, somos nosotros.

Con el propósito de ser una muestra conmovedora, un templo de espejos luminosos: nos vemos en las paredes, vemos esa parte de la humanidad que somos, que hoy vivimos en un espacio geográfico bien preciso que por la Historia se llama MÉXICO. La palabra encierra algo que nos toca profundo, tan profundo como uno sienta esa vena mexicana, o esas venas, porque la "nacionalidad" de uno es universal primero, solar, terrestre, sanguínea, y luego se va limitando geográficamente. Podemos tener mútiples nacionalidades en la sangre, esto se define solo en la medida en que tengamos "venas internacionales" y eso depende del corazón grande que tenga cada quien para darle cabida a "otras" culturas. La nacionalidad Mexicana sigue siendo algo precioso, algo que está muy por encima del valor de un papel, es también impalpable, es algo que se adquiere independientemente del lugar físico donde uno nació, ya que puedes haber nacido en un país frío del circulo polar artíco, pero si vienes a México, a la costa, al altiplano, y respiras la libertad que aun existe bajo los restantes "cielos azules" y sientes que la sonrisa viene desde el corazón, con tequila o sin tequila... ya amas a México, ya eres Mexicano, ya te importan también los demás. Todos los mexicanos, todos los humanos, todos los demás ciudadanos del mundo. Un mundo solo. La tierra.

Al final se proyecta un video donde se sincroniza la música con la imagen para evocar más sentimientos, para provocar emociones. Para mí, la emoción más presente era la de "estar en casa", "regresar al hogar" donde ya no hay motivo para sentir miedo, enojo, dudas, donde brilla el Sol mesoamericano sobre el pueblo y sus obras, su entorno natural privilegiado, donde uno puede experimentar confianza y amor por el otro, donde hay paz, donde la naturaleza es el motivo estético, es el ideal a ser imitado. Semejante arreglo de sonrisas y horizontes ámplios le dan a uno una pausa para pensar en ese "otro México" diferente al México "en guerra" por "bastardismo político" (esos "hijos de la chingada" que encarnan la política paternalista enferma de psicosis cuya patología provoca que en lugar de "darle de comer a sus hijos, y darles trabajo, los mata con una guerra contra las drogas).

Pero la magia del cine termina y la proyección de ideales busca algún referente real en el cual apoyarse para no olvidar. Proponer algo, cualquier cosa, hasta inclusive hacer la pregunta: ¿México? ¿Mexicanos? Justamente creo que eso es lo que debemos de hacer como parte de una resposabilidad con lo que podamos considerar "nuestra identidad": preguntarnos ¿cómo es que soy mexicano? Y llegar a mucho más que simplemente "porque nací aquí" y pensar en las emociones, pensar con el corazón, con esa vena que late cuando amamos cualquier cosa: la comida, la bebida, la naturaleza, la cultura, las tradiciones, el arte, el idioma, la gente...

Y será bueno si es cursi, y mejor si además que cursi, pleno de recursos (como "Mexico en tus sentidos") y nos dá la oportunidad de pensar en cosas positivas, en el valor de la sangre mexicana como algo que significa un amor por el trabajo, por la naturaleza, por los demás, funcionando como el contrapeso a la sangre mexicana con la que se salpican los medios masivos de información, el ejército y Calderón, esa que con tanta violencia está regandose por la tierra, resultado de la "guerra contra las drogas", alimentando a no se que deidad furiosa, iracunda y hambrienta de dolor.

Quiero ser mexicano, lo soy, estoy siendo, pero desde una idea de mexicano donde lo más importante sea representar la tolerancia, la tradición cultural, el conocimiento, el respeto a la naturaleza, el deleite de los sentidos a través de los rituales cotidianos de una vida sencilla, la paz, el amor al pueblo, volver a tener la idea de pueblo, y volver a pensar en chiquito, dejar las aspiraciones vanas de alcanzar "altos niveles de crecimiento" y empezar a pensar en "decrecimiento" para regresarnos a esa vida con mayor sentido.

miércoles, 3 de marzo de 2010

VIVIENDO DEL MONTE



Estamos pasando los últimos días del invierno. La vegetación pausa su ritmo acelerado de crecimiento durante esta época y la energía vital se concentra en las raíces, tallos, hojas, troncos. Además de pasar frío, en esta zona nos sacuden los fuertes "nortes" que este año se han dejado sentir excepcionalmente violentos.

Comenzamos el año prestando atención al clima que se manifestaba cada uno de los primeros doce días, haciendo así nuestra predicción de "cabañuelas" (aunque un método "más completo" es ponerle atención también a los doce días siguientes... ¿?). Después del día cinco, que predecía un mayo con bajas temperaturas, mucho viento y mucha lluvia, la duda asaltó mi "método tradicional" de predicción del clima. ¿Año niño o año niña? Por ahora esta duda permanece (y todavía dudo acerca de la "fisiología" de estos niños y niñas que hacen del clima un desastre), volteamos a ver el cielo con la expectativa de un poquito más de sol para calentar nuestros humanos huesos. Las lluvias se han calmado, el campo sigue en pausa.

Todas las catástrofes rompen esperanzas, duelen en el corazón. Las imágenes y noticias del desastre en Chile, en Haití, hasta han puesto a reevaluar los riesgos de un temblor serio que sacudiera el Df. A estas alturas, como mexicanos, estamos curados de espanto. En el 2009 nos sacudió "el catarrito financiero" que terminó en una influenza cochina, revelando que nuestra economía está detenida sobre unos palitos, y que en realidad las expectativas de desarrollo planeadas desde las oficinas que "dan rumbo al país" están basadas en el desarrollo económico que tenga Estados Unidos. Nuevamente, el mundo se nos redujo a una sola frontera, a un solo punto cardinal: el norte.

Se demuestra qué tan lejos están de la realidad los burócratas, los Pinochos políticos que practican la congruencia de "decir lo que no se hace", esta es su arte, este es el trabajo que desempeñan ante el pueblo. Por desgracia, la mayor parte de estos empleos "sanguijuelas" no darán algún resultado a largo plazo, viven de un presupuesto en su mayor medida dependiente ya sea del petróleo o de la contratación de más deuda. El arte de la inercia. ¿Dónde quedaron las estrategias a largo plazo, la "visión de país"? Creo que se quedó en los 70's, cuando me dicen que existía... Ahora, bajo el amparo de una supuesta "globalización" inevitable (que bien vale otra reflexión... incluyendo la "desglobalización") se ha borrado la idea de un nacionalismo verdadero, de trazar la idea de "pueblo mexicano", de colorear nuestra identidad con todos los elementos que tenemos en el morral, incluyendo sobre todo la voluntad de todos los que creemos que el mundo puede ser diferente.

El futuro siempre es una incógnita, pero hay algunas certezas que permanecen desde el amanecer de la humanidad, que arrojan luz sobre las nieblas de lo por venir: la naturaleza proveedora de sustento y la mano cuidadosa que la admira, la trabaja, la venera. Esta tradición es universal y es verdadera. Vivir del monte es una manera de experimentar la libertad, más allá de aberraciones tecnócratas y neoliberales, el sabor de una fruta recién cosechada, de un coco recién cortado, es algo que siempre se escapa de los indicadores del "libre mercado" y por eso, es tan sabrosa.

SALUD.