martes, 22 de junio de 2010

El Mar Negro (de México) Parte III y última















































La verdad siempre encuentra la manera en que se filtra, sin importar las trabas y los "candados": como el agua, se escurre entre las grietas y llega a conocerse, aunque hay que estar atentos para encontrarla; no es fácil. La verdad en torno al derrame petrolero provocado por la explosión de la plataforma "Deepwater Horizon" de la compañía British Petroleum está todavía lejos de ser conocida. Hubo algunos "huecos" en la regulación de los procedimientos para perforar en aguas profundas (como los sellos de seguridad que se usan de manera obligada en Brasil y Noruega) que le permitieron a la compañía "ahorrarse" estos procedimientos de seguridad para empezar a cosechar "utilidades" lo más pronto posible. Recordemos que el negocio "lícito" más productivo del mundo es la extracción de petróleo, recordemos cómo cotiza en bolsa todos los días, recordemos que es el motor de nuestra vida industrial moderna, de la generación de energía, del transporte, de las farmaceuticas, de las fabricas de fertilizantes y pesticidas, de los plásticos, de los textiles, etc... Es concebible una vida sin petróleo, sí, pero habría que sacrificar muchas "comodidades" actuales, muchas. Consumimos cada vez más y más petróleo, es una fuente de energía NO RENOVABLE ¿Es inevitable un futuro SIN petróleo? al ritmo que llevamos, las reservas mundiales tenderán a agotarse exponencialmente, ya que la demanda sube pero la oferta baja. El escenario problable a corto plazo es un descenso energético. ¿Estamos preparados? Esta pregunta amerita otro análisis.

La catástrofe muestra lo inaplazable de la decisión que ha de ser global y que representa el reto más grande para la humanidad: ¿seguir viviendo el "desarrollo" y la "modernidad" aunque esto represente el final ecológico del planeta y por ende de la humanidad? o bien reducir gradualmente nuestras "necesidades modernas", llegar a un nuevo pacto social donde el valor distributivo sea más importante que el valor acumulado y reinventar nuestras vidas, nuestras sociedades, nuestras escalas de valores actuales; cambiar nuestra competencia por cooperación. Crear riqueza verdadera; no acumulación de capitales, sino la perservación de lo que tenemos como riqueza natural y aumentar el potencial natural de la naturaleza. La naturaleza es más productiva, diversa y abundante inclusive sin la necesidad de que la intervengamos.

Hemos estado en la tribuna para tomar esta desición desde hace años, la responsabilidad ha sido aplazada con todo tipo de paliativos, de los cuales la cumbre de Copenhagen demostró que la burocracia está agotada para llegar a algún tipo de acuerdo significativo. Pudieron haberse puesto de acuerdo los líderes de las naciones más industrializadas para evitar el calentamiento global (uno de los grandes riesgos ambientales que ponen en peligro la supervivencia de la vida en la tierra) pero no lo hicieron. TODOS hemos de pagar la factura tarde o temprano.

La filtración de un documento interno de la petrolera, sitúa el líquido vertido en cerca de 100 mil barriles diarios (20 veces mayor a lo informado), esto provocó aun mayor repulsa entre los afectados y las autoridades estadounidenses. La marea negra afecta a las industrias de pesca y turismo en la Costa del Golfo y ha alcanzado varios kilómetros de línea costera, desde Luisiana hasta Florida, aproximandose paulatinamente a Cuba y demás islas del caribe. Hay quienes afirman, ha llegado a las costas de Holbox, al norte de la península de Yucatán.

Obama trató de impulsar una "veda" a la perforación petrolera; las compañías petroleras salieron al desquite mencionando que esto provocaría despidos en momentos de "mucho desempleo". Aprovechando la polémica, se defiende la perforación en aguas profundas por la mayoría de la población estadounidense argumentando que el fin a lograr con tal actividad es la "autosuficiencia energética" (dejar de depender de las importaciones masivas de crudo principalmente de Arabia Saudita, Venezuela, México... sueño guajiro). ¿Porqué no mejor plantear un uso más eficiente de los recursos? En la historia (de depredación) de la civilización occidental, los paises "desarrollados" han dependido de insumos de paises subdesarrollados, (plata y oro en tiempos de la colonia, café, azucar y especias, posteriormente, petróleo y otras materias primas actualmente). Estados Unidos es el principal consumidor de petróleo del mundo y México tiene una economía orientada a la extracción de petróleo para su exportación a Estados Unidos. Esta desición no ha sido improvisada o casual, forma parte del sistema de endeudamiento que sistematicamente se ha impuesto desde el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial desde hace décadas. El panorama es negro, como el chapopote: país petrolero y el pueblo sin dinero. Podemos voltear a ver a Nigeria: país exportador de un petróleo altamente cotizado, pero sin lograr el desarrollo de sus "pueblos", miseria, violencia y un deterioro ambiental suicida, eso sí, con una burocracia que manda a estudiar a sus hijos a Londres. La "estrategia económica" de vender/exportar petróleo (quemando el gas natural - otro recurso muy bien cotizado - para extraerlo más rápido, como hacemos aquí) sin desarrollar tecnología propia, ni recursos humanos, ni empresas nacionales, es incongruente: es como tener naranjales, pagar jornaleros para cosechar el fruto, venderlo y comprar después el jugo. ¿Dónde quedó el beneficio?

LO QUE SE SABE

El gobierno Estadounidense ha publicado algo de información acerca de la dimensión del daño visible, como la muerte a gran escala de aves, tortugas, ballenas y peces y el hecho de que el petróleo haya entrado a los manglares. Cifras: para el 5 de agosto, se mencionaban 3,606 aves, 508 tortugas marinas y 67 mamíferos marinos muertos, además de un aproximado de 322 kilómetros cuadrados de manglares "enchapopotados" y 1045 kilómetros de la costa del golfo "aceitadas".

Esto es lo que se sabe, porque se puede ver. Los daños causados por el petróleo al ecosistema marino "submarino" no han sido revelados ni totalmente calculados, pero estimaciones científicas mencionan que el efecto importante está por venir en las generaciones futuras de animales marinos, incluyendo la extinción de especies. Es probable que los daños más fuertes al ecosistema que sean descubiertos por las investigaciones (se ha creado un gran fondo con recursos del gobierno de EU y BP para financiar la investigación) no sean nunca revelados a tiempo, debido a que hay un conflicto de interés provocado por esta información, ya que puede perjudicar más, las ya de por sí mal-cortizadas, acciones de British Petroleum.

Los legados ambientales de tales desgracias duran décadas. Por ejemplo, el derrame del buque-tanque Exxon Valdez en las costas de Alaska en 1989 (que ha sido igualmente monitoreado por científicos desde entonces) sigue teniendo secuelas tóxicas DOS DÉCADAS DESPUÉS DEL DERRAME (de acuerdo a datos del reporte 2009). Los cientificos coinciden en algo: ¿sabemos cuánto daño se ha causado? La respuesta es NO.

En la búsqueda de las utilidades infinitas para el gran capital NO EXISTEN LÍMITES a la creatividad de sus "métodos". Los gobiernos son igualmente incompetentes para establecer una supervisión o control sobre estos sistemas "productivos", ya que su autoridad se ha pulverizado en tráfico de influencias y burocracia inoperante. Todavía queda mucho petróleo bajo la tierra (y ahora repartido en el mar), pero NO ES PARA SIEMPRE. A pesar de los hoyos que se hagan, esta energía increíble, barata y única, SE VA A TERMINAR.

Más allá de seguir perforando para poder quemar todo el petróleo que podamos "antes de que se nos eche a perder allá abajo", habría que implementar políticas de desarrollo que aprovecharan este último tren de gran cantidad de energía que suponen las reservas petroleras. Se nos está acabando y nos estamos acabando con él.

viernes, 4 de junio de 2010

Biodiversidad Agroalimentaria


La biodiversidad agrícola es la herencia que nos han dejado los millones de campesinos que han trabajado la tierra desde que el hombre cazador-recolector cambió sus flechas por azadones y palos sembradores. Es el fruto de la selección de las mejores especies por sus deliciosos frutos, por sus grandiosas semillas, por sus múltilpes usos, por los valores nutricionales de los alimentos. La vía campesina ha sido la vía de la paz, donde se ha buscado la integración no solamente de los elementos de la naturaleza: tierra, agua, aire, y el fuego alimenticio del Sol, sino también la actitud generosa de intercambiar semillas, de compartir; la alegría del trabajo colectivo en el espacio abierto, el milagro de la germinación, del crecimiento y la maduración en un ciclo que regresa a la tierra para repetirse.

Existen muchas representaciones simbólicas de esta alegría, del sentido de pertenencia a este ciclo natural. Una de ellas, muy sencilla y representativa es la figura de Kokopelli, flautista mitológico de los indios Hopi (indígenas de la zona de Aridoamérica, posiblemente emparentados con los pueblos nahuas que migraron al centro de México y fundaron la gran México-Tenochtitlan). Kokopelli es un flautista travieso que trae las canciones que cantan el cambio de invierno a primavera, trae las lluvias, la curación natural, la fertilidad y las semillas. Los mitos no son "grandes mentiras" sino los símbolos más poderosos de nuestro ser consciente (e inconsciente también), que vienen a llenar de sentido las acciones, los rituales y los momentos de la vida. Hoy en día hemos elaborado nuestros propios mitos: el "libre mercado", la "copa del mundo", la "bolsa de valores", el "primer mundo". Son nuestros referentes actuales y con base en ellos elaboramos nuestra imagen del mundo, de la realidad.

Hoy en día la gran biodiversidad agroalimentaria se encuentra amenazada por varios factores, o varios frentes, pues la negligencia y la agresión contra comunidades campesinas es patente y de violencia mayor. Uno de ellos es el afán por generalizar la siembra de organismos genéticamente modificados en grandes monocultivos para asegurar el abasto en manos de unos pocos especuladores: algo totalmente inverso a la tradición campesina de compartir. "La soya mata" anuncia un libro en contra de este tipo de cultivos masivos: destruye comunidades (pues de vivir de agricultura de subsistencia, precaria sí, pero independiente, los convierte en esclavos de plantaciones, o les da pingües indemnizaciones por los terrenos expropiados, orillándolos a vivir en los barrios de pobreza de las ciudades), concentra las utilidades en pocas manos, acaba con ecosistemas completos (agua, tierra, especies nativas de animales y plantas) y juega con la información más importante y de la que apenas estamos contemplando la punta del iceberg: la genética.

Ecosocialismo o barbarismo, no hay tercera vía, anuncia un sitio interesante en la web. Los bárbaros actuales también queman poblados enteros e imponen su cultura, solo que lo hacen dirigiendo estas actividades desde un escritorio, con el poder de un decreto, con un ejercito de mercenarios modernos que siembran violencia y cosechan odio. Ante este panorama: ¿qué se puede hacer? Uno puede vivir en la ciudad y tener acción congruente con la crítica a este barbarismo actual: el evitar consumir productos elaborados con organismos genéticamente modificados es una acción importante. Es cada vez más fácil estar bien informado y está formándose un movimiento importante en México de agricultura urbana y de toma de consciencia de las semillas y plantas nativa que México ha dado al mundo: tomate, maíz, chile, amaranto, vainilla, cacao, por mencionar a las más importantes. Consumir estos productos provenientes de productores pequeños es una apuesta por la biodiversidad alimentaria. Siempre hay alternativas a WalMart, son más pequeñas y más humanas y aunque puede que no encuentres "todo lo que buscabas" en una tienda, al consumir en locales independientes haces que el dinero circule de manera más justa. El afán ha de ser acercarse lo más posible al productor (aunque sea a través del distribuidor) para preguntar de dónde viene la comida.

Somos lo que comemos. Lo que comemos está en riesgo de desaparecer y ser sustituido por ingeniería de laboratorio. De continuar esta tendencia pronto seremos creados en laboratorio, en serie... ¿existirá la libertad de pensar, de actuar, de decidir, en un mundo así?

A todos aquellos que se sienten capaces de expresar su voluntad y su derecho a una mejor alimentación (soberanía alimentaria, el derecho de elegir lo que comemos) los invitamos al curso de Diseño en Permacultura "Selva Comestible" a realizarse del 21 al 25 de junio en Rancho Los Amigos.

Contactanos en:
informes@losamigos.com.mx

El Mar Negro (de México) Parte II

Entre la catástrofe y la remediación

El 20 de abril de 2010 inició la expulsión al mar de petróleo de manera ininterrumpida. El costo ambiental lo tenemos que pagar todos, como generaciones que dependemos de un medio ambiente limpio para nuestra subsistencia, mientras que las utilidades de la extracción son para compañías privadas. Hay una falta de congruencia en la distribución de responsabilidades, un signo más del deterioro en las instituciones encargadas de vigilar por el bien público: ellas existen porque hay una figura histórica-cultural llamada Estado, formada por sus habitantes que de manera "democrática" votan por sus representantes, quienes han de trabajar por el bien común. El Estado ha "adelgazado" como autoridad, aunque en los hechos haya "engordado" en cuanto al costo y nómina de empleados y se ha mostrado incapaz de administrar el Estado-Nación desde la complejidad que esto representa. En México, por poner un ejemplo de mala administración entre los muchos que existen, el asunto de seguridad nacional y narcotráfico habría de atenderse más desde una cuestión de generación de empleos y salud pública que por medio de una "guerra" a punta de balazos, pero eso es otro tema. No hay duda que un negocio tan lucrativo como lo es la extracción de petróleo puede hacer endebles a los supervisores encargados de regular esta actividad: es una relación: dinero - corrupción - daño, que opera de manera similar a como lo hacen otras actividades ilíticas: narcotráfico, venta de armas, tráfico de seres humanos.
























Un derrame de petróleo en el mar es una catástrofe mundial, aunque a primera instancia hace temblar por los efectos a corto plazo en el lugar donde sucede: mueren especies marinas, aves y mamíferos relacionados con la cadena ecológica marina también mueren, las personas que dependen del mar para su subsistencia no necesariamente mueren envenenados, pero casi: los valores y productos que significa un ecosistema marino dejan de ser aprovechables: ya no se puede siquiera ir a nadar a la playa, o disfrutar de un pescado fresco. El derrame que sucedió frente a las costas de Louisiana dejará su huella por años frente a ese estado y todavía falta saber que rumbo tomará, cuando cambien las mareas...




















En México existe tecnología de biorremediación para este tipo de desastres. Científicos mexicanos han desarrollados activos biológicos (bacterias y hongos) que han probado su eficiencia en la descomposición del petróleo en elementos más ligeros e inocuos para el ambiente. ¿Cómo es esto? Se identificaron, aislaron y mejoraron cultivos de bacterias y hongos que se alimentan de hidrocarburos. ¿Porqué no se están usando ahora? Porque hasta los desastres ambientales son negocio, y ¿cómo es que Estados Unidos va a voltear a ver al sur para encontrar una solución a sus problemas?






















Como si de una competencia olímpica se tratara, el país que más derrames tiene en su negro historial es Estados Unidos. El "american way of life" no solamente es una falacia en términos de que al conseguir el sueño americano, los problemas de la vida se resuelven y vivir cobijado de la bandera de barras y estrellas es vivir cobijado por la libertad: el "american dream" ahora es como un software de programación o un comercial de televisión: una ilusión permanente a la cual aspirar que beneficia a los grandes dueños del dinero; no es una visión social distributiva, es una repetitiva fórmula que busca la generación de utilidades hasta sus últimas consecuencias, ergo los derrames de petróleo son solamente una eventualidad de las que suceden en estos sistemas productivos de gran capital que buscan reducir costos a como de lugar para ampliar utilidades. Las muertes humanas, el ecocidio, el daño a largo plazo, son cosas que pasan...

No se trata de descalificar totalmente al vecino del norte, se trata de exhibir un poco sus vicios y los nuestros mismos: demasiada soberbia y pretensión; haberse desarraigado demasiado de la dependencia a la tierra para nuestra subsistencia y someterla un tremendo daño ecológico. Algunos teóricos insisten que, si nos hemos reproducido como plaga, es gracias también, a la barata extracción de petróleo.

Es difícil encontrar opciones para reducir nuestra "huella de carbono" sobre la tierra: no hay mucha difusión sobre el tema y las alternativas no se están generando como una realidad que se pueda incorporar a nuestra vida cotidiana. La mayoría de la población, concentrada en grandes ciudades, no puede dedicar mucho tiempo de su vida a "hacer composta" con los desperdicios orgánicos, evitar los empaques de plástico, cambiar todos sus focos por focos ahorradores, pensar en poner un sistema de energía renovable (tan caros y de tan difícil acceso), compartir el automóvil, apagar la tele, la computadora, los focos. Nuestra misma demanda de energía para nuestra complicada vida genera este tipo de desastres, ya que generamos la ventana de oportunidad para que el negocio de la extracción petrolera siga siendo la "mano que mece la cuna".