domingo, 26 de abril de 2009

Amor al campo.. en tiempos de influenza


Unas viejas palabras sabias, para unos nuevos tiempos enfermos...

VIRGILIO. GEORGICAS. 
LIBRO II


¡Oh labradores, afortunados en extremo si conocieran su ventura! La tierra, lejos de las discordias de la guerra, les prodiga por si misma fácil alimento de su seno, y es muy justa al hacerlo. Si no tienen una noble mansión cuyas soberbias puertas vomiten por todos los rincones ingentes oleadas de saludadores matutinos; si no se dejan deslumbrar por las ricas jambas ( los dos macizos laterales de un hueco practicado en la pared.. ¿? ) guarnecidas de hermosas conchas o los vestidos recamados en oro o los bronces de Éfira; si no tiñen la blanca lana con el veneno asirio (  la famosa púrpura obtenida de un molusco que habitaba en las costas mediterráneas... acá en México en Oaxaca hay un animalito similar usado para lo mismo... ) ni alteran la transparencia del aceite que usan con la canela, al menos no les falta plácido reposo, una vida que no sabe de engaños, pródiga en todo tipo de recursos; disfrutan del ocio en horizontes amplios, tienen grutas y lagos de aguas vivas, también frescos Tempes (valles de Tesalia...) , mugidos de bueyes y dulces siestas a pie de árbol. Tienen sotos con madrigueras de animales salvajes y una juventud que se encara al esfuerzo y está habituada a las estrecheces, el culto debido a los dioses y la veneración por los padres. Cuando la Justicia abandonó la tierra, dejó entre ellos la huella de sus últimas pisadas. 

¡Afortunado también aquél que ha conocido a los dioses del campo, Pan y el viejo Silvano y las hermanas Ninfas! A éste no le han perturbado las fasces (símbolos de poderío militar) que el pueblo otorga, ni la púrpura real, ni la discordia que a los hermanos desleales incita, ni los negocios de Roma, ni los reinos llamados a perecer. Éste no sufre por sentir compasión del pobre o por envidia hacia quien mucho tiene. Recoge los frutos que benevola y espontáneamente ofrecen las ramas o los propios campos sin conocer las férreas leyes, las locuras del foro o los archivos del pueblo. 


lunes, 13 de abril de 2009

EL PINTOR REY EN SU CASTILLO VERDE. Primera parte.



Una de las facetas más interesantes de la Permacultura es la integración de diversas disciplinas en pro de la realización de sus principios (éticos y de diseño). La Permacultura es por tanto una disciplina abierta, un archivo VIVO donde se integran conocimientos tradicionales y recientes, es la recuperación de lo mejor de dos mundos (el pasado y el presente) para cumplir con el propósito de crear ecosistemas humanos permanentes (o al menos sustentables).



En un intento por dar a conocer la permeabilidad de las fronteras de esta disciplina, quiero mencionar un poco de la vida de un artista sabio que vivió sus últimos días en Nueva Zelanda, aplicando la permacultura. Fue en esas islas donde aplicó más ideas de esta disciplina y fue a lo mejor sin saberlo, una de las personas que llevó la Permacultura a las artes, o las artes a la Permacultura. Su nombre era: Frederic Stowasser (Austria 1928, N. Zelanda 2000), mejor conocido como: Friedensrech Regentag Dunkelbunt Hundertwasser (algo así como Reinodeviernes Diadelluvia "Dunkelbunt" Milaguas) fue escultor, pintor, médico de la arquitectura y Permacultor... ¡como no!

Creador de una pintura ética y ecológica, como a mí me gusta definirla, su método artístico evolucionó desde una pintura en dónde reina el uso de colores llamativos, pasando por diferentes manifiestos ("Tú derecho a la ventana, tú deber con el árbol", "Las cinco pieles")  hasta involucrarse en la "remediación" o "intervención" de edificios para integrarlos en un paisaje donde prevaleciera la naturaleza. Creador de conceptos locos pero importantes como el "árbol inquilino" sus aportaciones para el sistema abierto de la Permacultura no han sido del todo estudiados. Por ejemplo: la idea del "árbol inquilino" parte de la importancia de establecer árboles ¡en dónde sea! pero en específico, adaptados a casas habitación, edificios, etc... lugares donde normalmente no existen debido a las urbanizaciones y la "encementación". Éste árbol proporciona oxígeno, depura el suelo y el agua y da compañía y verdor complementos no mesurables económicamente, pero sí espiritualmente. 

En esta imagen, se aprecia el amanecer (o atardecer) de un SPA de aguas termales en Austria, diseñado por F.H. 

LA NUEVA ESPERANZA


Desgraciadamente inicio este mes de abril con un obituario:

Una triste noticia para los sistemas silvopastoriles de los Tuxtlas.... ¡mi última planta de Tagasaste ha muerto!

Este árbol oriundo de la región de las Islas Canarias es de las especies leguminosas con más potencial para ser manejado dentro de los sistemas silvopastoriles del trópico. De abundante follaje y capacidad regenerativa, se usa también como barrera rompevientos, para leña y como fijador de nitrógeno. Tuve suerte germinando un 80% de las semillas importadas desde E.U.A. pero su establecimiento fue muy difícil. La temporada de secas está en pleno y de 10 plantas que tenía solamente una me sobrevivía en bolsa. Hoy en la mañana desperté para encontrarla seca. Desconozco si se trata por falta de riego (la regué ayer, lo juro) (algunas murieron por exceso de riego) o bien por las fuertes "suradas" que estuvieron golpeando muy duro estos días, anoche inclusive.

También conocida como "alfalfa arbórea", es un árbol muy utilizado en permacultura para diseñar corrales intensivos de ganado caprino u ovino. En fin... era una esperanza para nuestro sistema de silvopastoreo. Hasta ahora tendremos que quedarnos con el guaje (Leucaena) y el cocuite, con sus ventajas de ser nativos.

Descansen en paz, en el limbo de los arbolitos (eran muy niños como para ir al cielo...), mis plantulitas de Tagasaste.

NOTA: Si alguien tiene, o sabe de alguien que tiene semillas, o mejor aún, plantas, por favor... dejen sus datos.