martes, 10 de mayo de 2011

Bosques: La naturaleza a tu servicio. VERSION EN ESPAÑOL.

DIA MUNDIAL DEL MEDIO AMBIENTE. 2011

Los bosques como un mensaje de paz.
Por Antonio Carrillo Bolea


Los árboles comparten con la humanidad un propósito en el universo: crecer hacia la vida, en toda su belleza y en la paz de compartir. Se establecieron en la tierra millones de años antes de la humanidad, en un planeta hostil de temperaturas inestables y mucha actividad geológica; evolucionando de bacterias simples hasta convertirse en especies complejas, transformando lentamente una atmósfera de gases irrespirables en oxígeno, proporcionando así el principal elemento para que otras formas de vida se desarrollaran. Aquí está el primer regalo de los árboles a la humanidad: ¡respira!

Luego, sobre aquellos suelos estériles primigenios, los árboles crecieron pacientemente desarrollando materia orgánica: mientras crecen, absorben luz solar y bióxido de carbono, convirtiendo estos elementos en materia a través de un proceso energético eficiente llamado fotosíntesis. Esta eficiencia es en realidad la base de la vida en la tierra. Es un hecho sencillo sobre el cual no pensamos mucho: el crecimiento y descomposición de hojas son la base del alimento para todos los animales vivientes sobre la tierra, incluyendo a los seres humanos. Este es el segundo regalo de los árboles para la humanidad: ¡Aliméntate!

Los árboles crecen hacia el cielo, buscando el sol, expandiendo sus paredes interiores cada año, con la misma amorosa paciencia que caracteriza su ciclo vital. Desde su corazón, repartido desde las raíces hasta las ramas que se extienden hacia el espacio, los árboles siguen creciendo año con año, hasta que, cortados por hábiles manos, son transformados en algo más. El árbol se convierte en una casa, en un granero, en una herramienta, una mesa, una barca, una silla. El árbol se convierte en una fina materia prima para algún fin útil, para expresar belleza y arte en la vida. Este es el tercer regalo para la humanidad: ¡trabaja! ¡Construye! ¡Crea!

Los árboles nos enseñan acerca de la diversidad. Las diferencias no son una excusa para el conflicto, como malinterpretamos actualmente, son importantes para crecer juntos. Un árbol grande ayuda a crecer a las plantas pequeñas que se encuentran debajo, da refugio a las aves, reptiles y otros animales, y además de nutrir a través de sus frutos y follaje, algunos proporcionan medicinas muy apreciadas, que han ayudado a la humanidad a protegerse del peligro, conservar la vida o prolongarla. Ya bien sea que provengan de las selvas de América, Asia o África, de los bosques o de los diferentes lugares abundantes en biodiversidad, los árboles nos recuerdan de su cuatro regalo para la humanidad: ¡cuida!

Pero hemos olvidado mucha de esta preciosa información y amor que los árboles nos dan. En lugar de reconocer que han evolucionado más que nosotros, los cortamos, quemamos, desperdiciamos e inclusive tratamos de modificarlos, con la pretenciosa visión de que podemos “mejorarlos”. La humanidad ha sido irresponsable con el uso de los árboles así como con muchos otros dones que nos provee la tierra. Hemos reemplazado nuestros bosques, selvas y manglares por campos de batalla donde ya hemos perdido. Pero todavía podemos reconstruir parte del complejo rompecabezas de la vida con las piezas que tenemos dispersas. En el borde del colapso podemos hacer una pausa para rediseñar nuestra relación con los árboles, con la tierra, con el agua, con nosotros mismos. Este es el quinto regalo para la humanidad: ¡comparte!

Este día Mundial del Medio Ambiente es momento para pensar en los árboles que has usado, para empezar a plantar y cuidar árboles si es que no lo has hecho todavía. Si ya has empezado, es momento para pensar en aquellos árboles que seguirás plantando y cuidando, aquellos árboles que quieres cerca de tu vida, como los guardianes y testigos de tu compromiso por un mundo mejor.

Imagen: Pintura de Hundertwasser. Artista, Marinero, Apostol del árbol, "Doctor de la arquitectura"

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