martes, 7 de mayo de 2013

Bitácora del capitán. 2035.


Bitácora del capitán de la nave más grande del mundo en el 2035.

MISION: Recuperar toda la información posible para mandarla al año 2010 por este sofisticado sistema de mensajería de información digital a un momento en el pasado por medio de un complejo “click”. Que toda información sirva para anticipar un mejor escenario.

Marzo 2035

Reporte obtenido de la entrevista a un no-nativo pero residente permanente de la isla volcánica en la zona sur de Veracruz no sumergida: Los Tuxtlas.

SONTECOMAPAN 2035

----- El entrevistado dice llamarse Antonio Carrillo Bolea . Afirma vivir en la zona desde 2006 pero amarla y conocerla como si desde siempre hubiera vivido ahí. --------

Ya hace más de diez años que sucedieron los primeros “reacomodos energéticos” que fueron dándole al panorama actual que vivimos los cambios y rediseños que moldearon nuestra vida cotidiana.

Desgraciadamente, no fueron suficientes las medidas para evitar un calentamiento global que provocó el aumento del nivel del mar. Afortunadamente, el aumento del nivel no fue tanto, al menos en esta zona. La comunidad vecina de la Barra de Sontecomapan tuvo un primer reacomodo: las aguas subieron un metro de altura, tragándose algunas casas, palapas y mucha línea de playa. Los afectados de la comunidad de la Barra se sumaron al número enorme de refugiados ambientales de todo el mundo. Afortunadamente, la mayoría se pudieron integrar con las comunidades que lograron hacer la transición suave hacia el descenso energético. Algunos de estos refugiados se volvieron parte del proyecto Rancho Los Amigos, habitando en una zona diseñada para ello, en la antes zona 4, ahora nueva zona 0.

El Rancho Los Amigos fue rediseñando la vocación productiva del terreno, permitiendo a sus habitantes y vecinos aprovechar los rendimientos de una buena cosecha solar para satisfacer sus necesidades básicas. El turismo tiene tiempo que dejó de existir. Para el 2015 ya no existían los viajeros que conocíamos que llevaban su dinero para cambiarlo por bienes o servicios. Ya para entonces el “papel moneda” que imprimía el ahora extinto Banco de México era menos intercambiable que un “papel de baño” y podía ser mejor usado en encender un fuego. Ahora lo más parecido a aquello son unos individuos y comunidades compactas de semí-nómadas que van buscando refugio y alimentación a cambio de su mano de obra temporal. Son un nuevo perfil de gitanos que traen consigo un compendio de lo rescatable y rescatado de sus lugares de origen. Son generalmente pacíficos y algunos peregrinan indefinidamente, revindicando al nomadismo como la naturaleza más antigua del hombre. En la isla de los Tuxtlas arriban grupos nómadas mitad campesinos, mitad marineros en verano para disfrutar de un clima que cada temporada sigue cambiando. Hay de todo. Los grupos violentos que realizan saqueos a las pequeñas comunidades ubicadas en los cinturones de autosubsistencia que se formaron en torno a las grandes ciudades después del apagón del 2012 no vienen hasta acá, y en los Tuxtlas las “ciudades” de Santiago, San Andrés y Catemaco fueron principalmente abandonadas al colapsar el servicio de luz y con este, todos los demás. La erupción de un nuevo cono en la zona entre Santiago y San Andrés en el 2022 aumentó la altura de la sierra y recuperó espacio para una nueva y prodigiosa jungla de Tlalocan.

Las fronteras culturales que la modernidad había levantado entre lo que era la vida y el trabajo se han ido borrando. Acá en la costa, lo que uno hace en su vida cotidiana es la expresión de sus habilidades de ser útil para si mismo y para los demás. Lo común es el intercambio y los trabajos comunitarios, aunque en mi caso particular puedo dedicar tiempo a leer los libros que reuní en mi biblioteca, escribir en el papel que elaboramos en el rancho y compartir esta manera de ver, conocer y ordenar el mundo a través de la escritura. Es bastante trabajo mantener los libros, el papel, la biblioteca y scriptorum en general en un ambiente seco (o lo más parecido a seco posible, al menos no mojado), fresco, con los textos y trabajos protegidos de los rayos del sol, de los insectos y de cualquier otro riesgo, como también el fuego. Es así como, fuera de las actividades cotidianas diarias de trabajar la tierra y el bambú, busco maneras de fortalecer esta pequeña comunidad de personas interesadas en los mensajes escritos. Participamos en el desarrollo mundial que se está dando de la comunicación escrita, donde se han incorporado signos y símbolos para comunicar cosas que hay en el mundo por imágenes y alegorías, algo así como si el jeroglífico egipcio y los códices prehispánicos se encontraran para hacer del mensaje escrito algo más bonito, sencillo y universal.

Para tener el estómago lleno y el corazón contento se ha reactivado la producción local de alimento, sobre todo a partir de la gran carestía del 2013. El movimiento más grande en los Tuxtlas empezó en las comunidades indígenas nahuas y popolucas, quienes iniciaron un movimiento de lucha pacífica ante la incapacidad total del gobierno central de lograr alimentar a la gente (entre otros detalles del colapso del sistema-estado centralizado México al acabársele la energía del petróleo). En la sierra las comunidades cerraron accesos a sus pueblos indígenas y llamaron en español al movimiento “liberación de la semilla”. Para que esta nueva vida sobre la tierra pudiera florecer, tenían que reorganizarse primero hacia adentro, formando grupos de autonomía y cohesión local, recuperando su lengua y algunas costumbres antiguas. Muchos estudiantes y voluntarios nacionales y extranjeros se unieron a las comunidades indígenas después de este proceso, siendo “adoptados” por la misma comunidad cuando reabrieron sus fronteras en la selva. El profundo respecto y sentido de pertenencia a la tierra es la norma principal de estos grupos. Aplican los tres principios éticos de la permacultura de manera instintiva, sin necesidad de decirlo. Algunos de los hijos adoptados se encargan de la vinculación con otras comunidades que piensan similarmente y hemos logrado formar un corredor por toda la costa de la sierra de Santa Martha de comunidades y ranchitos que intercambiamos conocimientos, semillas y otras cosas.

La transformación de grandes ranchos de ganadería extensiva en lugares de producción más diversa inició desde aquellos tiempos. En el particular de Los Amigos: sembramos maíz, arroz, frijol y calabazas como cultivos principales, aunque tenemos la suerte de haber compilado una abundante cornucopia de muchas otras especies de plantas. Tenemos gallinas, patos, vacas y guajolotes, además de los caballos y burros para el transporte por tierra. También nos transportamos por lancha de remos pero los barcos a vela son los que se usan para recorrer distancias mayores. Son tiempos de muchos nuevos capitanes de barcos. Hay todo tipo de personajes. Por eso no le creo al capitán que vaya a llegar este mensaje al 2010, para que lo lean y se pongan a pensar que el cambio les va a llegar fuerte y les va a llegar real y entonces anticipen lo más posible para tener un suave escenario, como decía mi suegro: “caer en blandito”. Pero si fuera verdad, ojalá que sirviera de algo.


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