viernes, 4 de junio de 2010

El Mar Negro (de México) Parte II

Entre la catástrofe y la remediación

El 20 de abril de 2010 inició la expulsión al mar de petróleo de manera ininterrumpida. El costo ambiental lo tenemos que pagar todos, como generaciones que dependemos de un medio ambiente limpio para nuestra subsistencia, mientras que las utilidades de la extracción son para compañías privadas. Hay una falta de congruencia en la distribución de responsabilidades, un signo más del deterioro en las instituciones encargadas de vigilar por el bien público: ellas existen porque hay una figura histórica-cultural llamada Estado, formada por sus habitantes que de manera "democrática" votan por sus representantes, quienes han de trabajar por el bien común. El Estado ha "adelgazado" como autoridad, aunque en los hechos haya "engordado" en cuanto al costo y nómina de empleados y se ha mostrado incapaz de administrar el Estado-Nación desde la complejidad que esto representa. En México, por poner un ejemplo de mala administración entre los muchos que existen, el asunto de seguridad nacional y narcotráfico habría de atenderse más desde una cuestión de generación de empleos y salud pública que por medio de una "guerra" a punta de balazos, pero eso es otro tema. No hay duda que un negocio tan lucrativo como lo es la extracción de petróleo puede hacer endebles a los supervisores encargados de regular esta actividad: es una relación: dinero - corrupción - daño, que opera de manera similar a como lo hacen otras actividades ilíticas: narcotráfico, venta de armas, tráfico de seres humanos.
























Un derrame de petróleo en el mar es una catástrofe mundial, aunque a primera instancia hace temblar por los efectos a corto plazo en el lugar donde sucede: mueren especies marinas, aves y mamíferos relacionados con la cadena ecológica marina también mueren, las personas que dependen del mar para su subsistencia no necesariamente mueren envenenados, pero casi: los valores y productos que significa un ecosistema marino dejan de ser aprovechables: ya no se puede siquiera ir a nadar a la playa, o disfrutar de un pescado fresco. El derrame que sucedió frente a las costas de Louisiana dejará su huella por años frente a ese estado y todavía falta saber que rumbo tomará, cuando cambien las mareas...




















En México existe tecnología de biorremediación para este tipo de desastres. Científicos mexicanos han desarrollados activos biológicos (bacterias y hongos) que han probado su eficiencia en la descomposición del petróleo en elementos más ligeros e inocuos para el ambiente. ¿Cómo es esto? Se identificaron, aislaron y mejoraron cultivos de bacterias y hongos que se alimentan de hidrocarburos. ¿Porqué no se están usando ahora? Porque hasta los desastres ambientales son negocio, y ¿cómo es que Estados Unidos va a voltear a ver al sur para encontrar una solución a sus problemas?






















Como si de una competencia olímpica se tratara, el país que más derrames tiene en su negro historial es Estados Unidos. El "american way of life" no solamente es una falacia en términos de que al conseguir el sueño americano, los problemas de la vida se resuelven y vivir cobijado de la bandera de barras y estrellas es vivir cobijado por la libertad: el "american dream" ahora es como un software de programación o un comercial de televisión: una ilusión permanente a la cual aspirar que beneficia a los grandes dueños del dinero; no es una visión social distributiva, es una repetitiva fórmula que busca la generación de utilidades hasta sus últimas consecuencias, ergo los derrames de petróleo son solamente una eventualidad de las que suceden en estos sistemas productivos de gran capital que buscan reducir costos a como de lugar para ampliar utilidades. Las muertes humanas, el ecocidio, el daño a largo plazo, son cosas que pasan...

No se trata de descalificar totalmente al vecino del norte, se trata de exhibir un poco sus vicios y los nuestros mismos: demasiada soberbia y pretensión; haberse desarraigado demasiado de la dependencia a la tierra para nuestra subsistencia y someterla un tremendo daño ecológico. Algunos teóricos insisten que, si nos hemos reproducido como plaga, es gracias también, a la barata extracción de petróleo.

Es difícil encontrar opciones para reducir nuestra "huella de carbono" sobre la tierra: no hay mucha difusión sobre el tema y las alternativas no se están generando como una realidad que se pueda incorporar a nuestra vida cotidiana. La mayoría de la población, concentrada en grandes ciudades, no puede dedicar mucho tiempo de su vida a "hacer composta" con los desperdicios orgánicos, evitar los empaques de plástico, cambiar todos sus focos por focos ahorradores, pensar en poner un sistema de energía renovable (tan caros y de tan difícil acceso), compartir el automóvil, apagar la tele, la computadora, los focos. Nuestra misma demanda de energía para nuestra complicada vida genera este tipo de desastres, ya que generamos la ventana de oportunidad para que el negocio de la extracción petrolera siga siendo la "mano que mece la cuna".

1 comentario:

Unknown dijo...

Hola, he leído todos de tu blogger, es MUY INTERESANTE, no te sientas ignorado, algunas personas no comentan, pero si que te leen.
Igual a mi me preocupan y me interesan estos temas, pero no soy alguien influyente, soy una persona común, que desde su hogar vela por un medio ambiente saludable. Predico con todo el que tengo contacto y me tome la libertad de compartir fragmentos de tus publicaciones (con tu nombre.
Soy de Catemaco, aun que apenas regrese a vivir aquí y mi proyecto es un huerto sustentable.
Me gustaría visitarlos, es maravilloso lo que hacen!!! tu amiga Brizademar